El óxido se forma donde el agua y el hierro están presentes, después de que el hierro reacciona con el oxígeno. Se puede formar óxido en los platos cuando están expuestos al agua durante largos períodos de tiempo. No siempre es fácil quitar el óxido de los platos, ya que depende de la gravedad de la mancha de óxido, sin embargo, antes de tirar los platos a la basura, pruebe los siguientes consejos.
Paso 1
Haga una solución con jugo de limón, vinagre blanco y sal. Aplique la solución a los platos secos y manchados de óxido, y luego frote con una esponja hasta que se eliminen todos los restos de óxido.
Paso 2
Aplique peróxido directamente en el área manchada de óxido del plato. Dejar reposar por 15 minutos. Si todavía hay óxido, haga una pasta de peróxido y crema de tártaro y aplíquelo en las áreas oxidadas. Frote con una esponja hasta que el óxido desaparezca.
Paso 3
Agregue a un balde 1 galón de agua fría y 1/3 taza de un removedor de óxido comercial. Remoje los platos oxidados durante 15 minutos y luego limpie con una esponja para eliminar cualquier rastro de óxido restante. Asegúrese de usar guantes, ya que ayudarán a proteger la piel de los productos químicos.
