Olor a amoníaco en un refrigerador doméstico

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Un refrigerador que no ha sido limpiado con un limpiador a base de amoníaco, pero que todavía emite un olor claro a amoníaco, probablemente necesite reparación. Los refrigeradores portátiles pequeños y las unidades domésticas más antiguas con frecuencia contienen refrigerantes a base de amoníaco; en consecuencia, un fuerte olor a amoniaco es a menudo indicativo de una fuga de refrigerante.

Los refrigeradores modernos usan CFC en lugar de refrigerantes a base de amoníaco.

Amoníaco

Mucho antes del desarrollo de refrigerantes modernos, el amoníaco, o NH3, se usaba habitualmente para mantener refrigerados los refrigeradores, permitiendo a los propietarios almacenar alimentos frescos por períodos cortos. Si bien la refrigeración por amoníaco no es tan común en estos días, todavía se usa en refrigeradores en miniatura o en unidades portátiles que se encuentran en autocaravanas y vehículos recreativos. Una de las principales ventajas de usar amoniaco como refrigerante es el característico aroma acre que emite, lo que permite a los propietarios detectar incluso la más mínima fuga casi instantáneamente. Una respuesta rápida a menudo reduce el costo y la complicación de las reparaciones necesarias para mantener la unidad en funcionamiento.

Ventajas y desventajas

Además de ser fácilmente detectable por la nariz humana, el amoníaco también es relativamente barato de producir y bastante eficiente. Los refrigeradores que usan amoníaco no usan los ciclos estándar de compresión / expansión preferidos por la mayoría de los refrigeradores modernos; funcionan con fluctuaciones de temperatura, lo que les permite operar con cantidades limitadas de electricidad. En el lado negativo, el amoníaco tiende a ser corrosivo y es combustible cuando se mezcla con oxígeno; por lo tanto, en la mayoría de los refrigeradores domésticos, el amoníaco ha sido reemplazado por clorofluorocarbonos o hidrofluorocarbonos menos tóxicos, menos inflamables, más comúnmente conocidos como CFC y HFC.

La seguridad

Los vapores de amoníaco son muy irritantes para la piel, los ojos y las vías respiratorias. Para evitar la acumulación de humos, una vez que se haya detectado una fuga de amoníaco, abra todas las puertas y ventanas para aumentar la ventilación en la habitación. En caso de irritación, salga de la habitación de inmediato y enjuague las áreas afectadas con abundante agua fría.

Olor

Si un olor a amoníaco persiste una vez que la unidad ha sido reparada, el aroma puede eliminarse fácilmente llenando algunos platos poco profundos con café recién molido y dejándolos en la unidad durante 24 horas. Los terrenos están cubiertos de pequeños poros que absorben fácilmente los olores en el aire a su alrededor.

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